domingo, 21 de mayo de 2017
Pacientemente esperé a Jehová,Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.Verán esto muchos, y temerán,Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;Y tus pensamientos para con nosotros,No es posible contarlos ante ti.Si yo anunciare y hablare de ellos,No pueden ser enumerados. Sacrificio y ofrenda no te agrada;Has abierto mis oídos;Holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo;En el rollo del libro está escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,Y tu ley está en medio de mi corazón. He anunciado justicia en grande congregación;He aquí, no refrené mis labios,Jehová, tú lo sabes. No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;He publicado tu fidelidad y tu salvación;No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea. Jehová, no retengas de mí tus misericordias;Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. Porque me han rodeado males sin número;Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. Quieras, oh Jehová, librarme;Jehová, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos a unaLos que buscan mi vida para destruirla.Vuelvan atrás y avergüéncenseLos que mi mal desean; Sean asolados en pago de su afrentaLos que me dicen: ¡Ea, ea! Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,Y digan siempre los que aman tu salvación:Jehová sea enaltecido. Aunque afligido yo y necesitado,Jehová pensará en mí.Mi ayuda y mi libertador eres tú;Dios mío, no te tardes. Salmos 40:1-17
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