viernes, 4 de agosto de 2017
Escucha, oh Jehová, mis palabras;Considera mi gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,Porque a ti oraré. Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos;Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira;Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;Endereza delante de mí tu camino. Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;Sus entrañas son maldad,Sepulcro abierto es su garganta,Con su lengua hablan lisonjas. Castígalos, oh Dios;Caigan por sus mismos consejos;Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,Porque se rebelaron contra ti. Pero alégrense todos los que en ti confían;Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;Como con un escudo lo rodearás de tu favor. Salmos 5:1-12
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