jueves, 10 de agosto de 2017
Jehová, no me reprendas en tu enojo,Ni me castigues con tu ira. Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy turbada;Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;Sálvame por tu misericordia. Porque en la muerte no hay memoria de ti;En el Seol, ¿quién te alabará? Me he consumido a fuerza de gemir;Todas las noches inundo de llanto mi lecho,Riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos están gastados de sufrir;Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores. Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Jehová ha oído mi ruego;Ha recibido Jehová mi oración. Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;Se volverán y serán avergonzados de repente. Salmos 6:1-10
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